martes, 8 de diciembre de 2009

MAMARRACHA STRIKES AGAIN


Hace falta ser mooooy mamarracha para que te expulsen de Razzmatazz, la macrodiscoteca más Skins, modernaca y megadestroyer de toda Barcelona. Pero eso para Isa no es problema alguno, su mamarrachismo es como el universo nada menos: está en continua expansión y nunca acaba de sorprendernos.

Es preciso aclarar que todos bebimos lo mismo que ella (que realmente no fue tanto) así que las razones que explican lo que ocurrió a continuación se reducen a que: 1) la drogaron en los baños con MDMA o similar mientras los demás nos dejábamos las chochas bien clean; 2) Isa aspiraba a alcanzar los niveles de mamarrachería de su modelo a seguir en la vida, la “rubia ida” de callejeros o 3) es lerda y fin.

El caso es que en la cola del ropero, el espécimen conocido como Isa comienza a dar picos a todos sus amigos y amigas, cuasiviolando a algunos y aterrorizando, mancillando y minando la integridad psicológica del menda. Cual dementor hambriento, Isa absorvía nuestras almas por la boca en un ataque de encoñamiento. Traté de gritar EXPECTO PATRONUM pero Isa fue más rápida y me succionó una lentilla con la boca de manera que estuve toda la noche con una sola lentilla en plan visión yonki.

Tras el comentario de su indignadísima amiga Marta, harta ya de tanto lesbianismo, de “Isa, Razz está lleno de tío buenérrimos y modernazos, ¡déjanos vivir!” Isa no dudó y le dio un pico a un tío que había a nuestro lado que se quedó como un culo bajo el agua, usease: ano-nadado.

Total, que nos damos la vuelta una milésima de segundo para desfasar bailando “In For The Kill” de La Roux, y cuando nos queremos dar cuenta se han llevado a Isa por alborotadora y por molestar a los de alrededor. Os juro que a día de hoy no sabemos si le dieron algún tipo de droga, pero el caso es que el segurata, un feto enano y obeso, nos dice que nuestra hasta ese momento amiga había llamado gilipollas al portero y le había mordido. Eeeeeexcelente. Tratamos de convencer al segurata de que la dejase entrar pero no hubo manera.

Como la entrada a Razz cuesta 15 euros y hasta media hora más tarde no nos podían poner el sello, tratamos de pasárnoslo bien bailando Lady Gaga, Greenday, Lily Allen y Oasis en la sala Pop Art, la sala más gayer de todo Razz y en la que sin duda hubiese muerto orgásmico perdido si no hubiéramos tenido que estar pendientes de nuestra carnívora amiga. Pensaba que estaba pasando por una etapa de aletargamiento sexual, pero no: es que a ver, lo siento chicos de Pucela, pero los cosmopolitas barceloneses son millones no, SILLONES de veces más guays que vosotros y que yo, eso lo saben los indios.

Desde los ventanales de la sala Pop Art atisbamos la tiesérrima pata de Isa en el suelo como si hubiese caído de un helicóptero. La chica estaba mal mal mal. Acto seguido nos llega un sms suyo. Pensamos que pondría algo parecido a “salid, me estoy quedando la chocha glacé porque hace un frío que jode y voy drogada” PERO NO, nos pone: “De lo de nochevieja seremos 10 sin contar con vosotros, avisamos a estos, no?” o algo por el estilo. ¿Es que Isa había traspasado los límites de la realidad y seguía pensando la conversación que habíamos tenido horas antes? Nótese que también envió un sms a la novia de su hermano diciendo “ME DA” y otro a un amigo diciendo “AYUDAME, TENGO FRIO, ESTOY EN RAY”. Sí, sí, Ray, dislexia dígame. Después de eso no se la ocurre otra cosa que llamar a sus pobres padres, que pasaron toda la noche en vela.

El caso es que salimos, otra gente está cuidando de Isa mientras ella tirita con todo el rimel corrido en plan Effy de Skins. Intentamos llevarla el metro mientras nos duele en el alma dejar atrás Razzmatazz y sus 1000 indieboys and girls que estaban como querían. Para complicar la situación, la siempre hiper happy Vicki Vi que acabará muriendo atropellada o similar, se dedica a deslizarse por las barandillas del metro descalza. Eeeeeexcelente.

La guinda es cuando ya en casa y aún difunta, Isa llama a su madre y dice: sí sí, ya estamos bien, estamos todos con el padre de Sonia. ¿HOLA? Bien, Sonia es nuestra amiga de Erasmus en Islandia cuyo padre es VECINO de los padres de Isa, todos ellos a miles de kilómetros de Barcelona. Felicidades, Isa. De corazón. ¿Le damos un aplauso y le dejamos que se vaya?

Lo más genial es cuando despierta a mi lado al día siguiente, ocupando los ¾ de la cama de manera que yo casi duermo abrazado a la lámpara de la mesilla de noche y me dice “oye al final ayer no estuvimos en Razz, ¿no?”. Una vez más, eeeeexcelente. A día de hoy la tía no se acuerda de nada. Pero alma de pollo, ¿tú estás mal, o algo? Huelga decir que después de esa nochecita el hecho de que perdiera la cartera con el DNI y las tarjetas de crédito ya no nos sorprendió tanto. Si es que ya lo dije yo, una noche de fiesta sin purpurina no podía acabar bien.

Pero bueno, al menos nos llevamos mil cosas buenas de Barcelona, como una espléndida lívido insatisfecha, horas de descojone continuo, una maravillosa jaula de pájaros para mi habitación y el conocer a Margarita Seisdedos, la única y verdadera.

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